En general, uno es invitado a los bautizos.
En general, uno lleva un regalo a los bautizos.
En general, uno asiste a una larga ceremonia de bautismo.
En general, uno debe madrugar para ir a un bautizo.
En general, el bebé llora cuando siente el agua del bautismo.
En general, siempre lo invitan a uno a desayunar después de un bautismo.
Pero ayer, asistí al más inusual e inesperado bautizo de toda mi vida.
Cierta compañía aérea realizó un vuelo inaugural y sin saberlo, lo presencié.
La foto es de La Prensa Gráfica -- Bórmal Mármol |
Según el sitio todointersante.com, la tradición de estrellar vino, actualmente, champán, contra un barco y ponerle un nombre viene de los griegos. Algo similar ocurre con los aviones, creo yo. En una rápida búsqueda en San Google, me di cuenta que esta es una tradición muy común.
Sin embargo, para mí, es algo nuevo. Y haberlo visto, aún más.
Aquí dejó el link a la nota de La Prensa Gráfica sobre el bautizo del primer avión que realizó el vuelo Madrid-San Salvador.
“Si no te ha sorprendido nada extraño durante el día, es que no ha habido día”.John Archibald, Físico estadounidense.-
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