Bueno, qué esperarse cuando una sale de un colegio de señoritas.
Soy una niña fresa.
Detesto el transporte público, por público y colectivo.
Amo mi espacio. Mi orden y mi desorden, dependiendo de donde esté.
Soy un tanto maníatica con el orden.
Me gusta ver las cosas en fila y en su lugar.
Me gusta que no irrumpan en mi espacio.
Incluso hasta en los lugares donde no se debe, como los centros comerciales.
Tampoco me gusta mucho la gente.
Esa que se multiplica por todos lados, en la calle, en metro, en multi, en el cine, en el bus...esa gente que pregunta una vez y uno le contesta y le vuelven a preguntar lo mismo por que creen que por alguna extraña razón por que pregunten otra vez van a cambiar las cosas.
O la gente que oyendo la respuesta vuelve a preguntar, por pura necedad.
Quizá soy un tanto misántropa, o un tanto odiosa, o un tanto creída.
No lo sé, pero si es el último, es de familia.
Lo mismo le han dicho siempre a mi madre, alias Nayomi.
Y a mi abuela. Y a mi tía.
Total.
Soy una niña fresa.
De esas que nunca han estado en ciertas partes de San Salvador y tienen poco o ningún interés en estarlo.
De esas que para ir a otros sitios solo van si las llevan en carro.
De esas que no le hablan a cualquiera.
De esas que compran choris en la Gavidia.
De esas que se van a ver el clásico a Tucson...por que hay 2x1 en varios platos.
De esas que no comen helados Sarita.
Jajajajaja.
So wannabe!!!!
Jajajaja
En fin, soy una niña bien, una niña fresa.
Reclamos, dile a mi papi, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entonces, ¿vos qué decis? Dale, contame tu versión.